miércoles, 11 de abril de 2012

Todo estará bien...


Era un día gris con mucha lluvia, llegaba de un viaje inesperado y de repente lo vi tan desamparado, sentado en una silla de cantina, completamente dormido y me acerque a verlo, al hablarle me sonrió y me vio con sus ojitos de alegría dandome un beso en la mejilla, no sé si sabia quien era pero al recibir la llamada que me hiciera sobrio,  recordé que me pidió llevarlo a donde yo quisiera para que estuviera a salvo y poder olvidar por un momento todo lo malo que estaba pasándole y así lo hice arriesgandome a todo, lo lleve en el bus de camino a un lugar lejano, me entristeció la escena porque era como traer en mis brazos a un niño que había perdido lo mas valioso que tenia y me abrazo tan fuerte y lloro tanto que me dolió verlo así: como es posible que se pueda arruinar la vida de una persona, desboronarse tan fácil y no poder hacer nada para poder ayudarle, porque las heridas del alma son tan difíciles de curar y yo una desconocida tratando de hacerlo, luchando por lograr calmar el dolor y la desesperación
Hoy ese niño esta en el hospital y esta vez no puedo acompañarlo pero sé que un ángel esta con él.
Dicen que Dios sabe lo que hace y sé que he conocido a un gran hombre porque el papi es de esas personas que traen un niñote adentro, con muchas ganas de vivir y tiene razones tan grandes para hacerlo: sus hijos y su madre.  Recuerdo el día que lo conocí, ese carisma y su manera de bromear me llamo la atención, ese entusiasmo y su forma de hablar, aunque sorprendida por las palabras tan directas y su idea de la vida, hoy después de tres meses y once días puedo decir y me atrevo a hacerlo, es el amor de mi vida y estoy luchando por que el sueño se haga realidad.
Papi todo estará bien yo lo sé, confío en usted.


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