Decálogo...

La mayor prueba de la Felicidad es José Antonio...

 Mi hijo es una muestra que se puede ser feliz con la inocencia de la niñez.

Decálogo de la Felicidad

Plantéate cuáles son tus objetivos a corto, medio y largo plazo. Haz de tu vida un sueño y de tus sueños una realidad.  Céntrate en lo que tienes y valóralo.  Cuando nuestra atención se centra en aquello que no poseemos, el resultado es el sufrimiento, el resentimiento y el dolor.  Nadie sabe de cuánto tiempo dispone para vivir.  Lo que sí sabemos es que estas veinticuatro horas que componen el día de hoy no vuelven.  Evita compararte con los demás.  De este modo, eliminarás la posibilidad de volverte engreído/a o vanidoso/a si al compararte te encuentras mejor que los demás, ya que esta actitud de superioridad te creará problemas de relación.  Procura llevarte bien con la gente.  Es el mejor antídoto contra la soledad.  Actúa siempre según te dicta tu conciencia, al margen de si los demás te lo valoran o no.  De este modo, tu conciencia estará tranquila y siempre te quedará la valoración interna, que es la más valiosa.  La crítica y la recriminación tiñen el día de enojo.  Desarrolla una conciencia de salud.  El bienestar físico es una fuerza poderosa para conseguir cualquier tipo de meta.Piensa cada No te escudes en la suerte: ésta, en gran medida, depende única y exclusivamente de tus actitudes.  La imaginación consuela al hombre de lo que no es y el sentido del humor le ayuda a aceptar lo que en realidad es. Abre las puertas a la espiritualidad: medita, reflexiona y todo será más armonioso. Piensa que la felicidad no es algo pasivo. Del mismo modo que eliminamos la suciedad de nuestro cuerpo y nuestras casas, es necesario hacer cierto trabajo de depuración de nuestras mentes. Esta labor de higiene mental encuentra en la meditación y la reflexión un medio idóneo. ¡Que seas feliz!